Este puede producir una alta activación fisiológica que con el tiempo, puede ocasionar disfunciones psicofisiológicas o psicosomáticas, tales como dolores de cabeza tensionales, problemas cardiovasculares, problemas digestivos, problemas sexuales, etc.
A nivel psicológico muchos síntomas producidos por el estrés pueden ser fácilmente identificados por la persona que está sufriendo dichos cambios. La reacción más frecuente cuando nos encontramos sometidos a una reacción de estrés es la ansiedad.
Los síntomas de ansiedad más frecuentes a nivel cognitivo-subjetivo son:
- La preocupación
- El temor
- La inseguridad
- Dificultad para decidir
- Temor a la pérdida del control
A nivel fisiológico:
- Taquicardia
- Tensión muscular
- Palpitaciones
- Sudoración
- Temblor
- Molestias en el estómago
- Dificultades respiratorias mareo
- Náuseas
- Molestias en el estómago
- Sequedad de boca
- Dificultades para tragar
- Dolores de cabeza
El estrés, además de producir ansiedad, puede producir enfado o ira, irritabilidad, tristeza-depresión, y otras reacciones emocionales, que también podemos reconocer.
Otras reacciones emocionales se pueden identificar claramente con otros síntomas producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta de rendimiento, etc.
Finalmente, si el estrés es muy intenso y se prolonga en el tiempo, puede llegar a producir enfermedades físicas y desórdenes mentales, en definitiva problemas de salud.

Se debe de tomar en cuenta que:
- Llevar un ritmo de sueño y descanso adecuados es clave para combatir el estrés.
- Contar con una buena forma física
- Tener tiempo de ocio y horarios de trabajo flexibles
- Fomentar el pensamiento positivo
- Aprender técnicas de relajación
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